Yo soy la vid, vosotros los pámpanos; el que permanece en mÃ, y yo en él, éste lleva mucho fruto; porque separados de mà nada podéis hacer.
 El que en mà no permanece, será echado fuera como pámpano, y se secará; y los recogen, y los echan en el fuego, y arden.
 Si permanecéis en mÃ, y mis palabras permanecen en vosotros, pedid todo lo que queréis, y os será hecho. En esto es glorificado mi Padre, en que llevéis mucho fruto, y seáis asà mis discÃpulos.  Juan 15: 5-8

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