Si viajas con niños, hay una pregunta que debes enfrentar. Una pregunta que surge del asiento trasero apenas diez minutos de haber salido. La harán compulsivamente y con una pasión obstinada: “¿Ya llegamos?” Imagínate que les dijeras: “Todavía no llegamos. No llegaremos hoy, ni mañana, de hecho vamos a estar toda la vida de viaje”. Vas a conocer al Dios de la ruta indirecta, el que te lleva por el camino más largo. Pocas veces el camino de Dios es el más fácil, o el más directo, o el más agradable…pero siempre es el mejor camino. Si estás en un desierto, este es tu mensaje.
Dante Gebel – La ruta indirecta