Digo, pues: Andad en el Espíritu, y no satisfagáis los deseos de la carne.
Porque el deseo de la carne es contra el Espíritu, y el del Espíritu es contra la carne; y estos se oponen entre si, para que no hagáis lo que quisiereis.
Pero si sois guiados por el Espíritu, no estáis bajo la ley.
Pero los que son de Cristo han crucificado la carne con sus pasiones y deseos.
Si vivimos por el Espíritu, andemos también por el Espíritu.
Galatas 5: 16-25
