Aunque ande en valle de sombra de muerte,
No temeré mal alguno, porque tú estarás conmigo;
Tu vara y tu cayado me infundirán aliento Aderezas mesa delante de mà en presencia de mis angustiadores;
Unges mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los dÃas de mi vida,
Y en la casa de Jehová moraré por largos dÃas. salmo 23: 4-6