Guerra espiritual a favor de mi casa – Andrés Corson
Es necesario que hagamos guerra espiritual porque tenemos un enemigo real y él está en contra nuestra como personas, como familia y también como iglesia. Tenemos que hacer guerra a favor de nuestra casa porque Satanás nos quiere hacer caer, enfermarnos, hacernos pelear, destruir nuestros matrimonios y destruir nuestros hogares. Estamos en una guerra y no podemos descuidarnos, debemos estar preparados.
Hay dos errores básicos cuando se habla de guerra espiritual: hacer un énfasis excesivo y subestimarla. Algunos culpan de cada pecado, cada conflicto y cada problema a los demonios que necesitan ser expulsados. Otros ignoran completamente la realidad espiritual, y el hecho de que la Biblia nos enseña que nuestras batallas son contra poderes espirituales. La clave para el éxito en la guerra espiritual es encontrar el balance bíblico.
Algunas veces Jesús expulsó demonios de la gente, y algunas veces sanó a la gente sin mencionar lo demoníaco. El apóstol Pablo enseñó a los cristianos a librar batallas contra el pecado en ellos mismos (Romanos 6), y a librar batallas en contra del maligno (Efesios 6:10-18).
Efesios 6:10-12 declara, “Por lo demás, hermanos míos, fortaleceos en el Señor, y en el poder de su fuerza. Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes”.
Este pasaje nos enseña algunas verdades cruciales: (1) Sólo podemos estar fuertes en el poder del Señor. (2) Es la armadura de Dios la que nos protege. (3) Nuestra batalla es contra fuerzas espirituales de maldad en el mundo.
Efesios 6:13-18 nos da una descripción de la armadura espiritual que Dios nos da.
Debemos estar firmes con:
- el cinturón de la verdad,
- la coraza de justicia
- el Evangelio de la paz,
- el escudo de la fe,
- el yelmo de la salvación,
- la espada del Espíritu, y
- orando en el Espíritu.
¿Qué es lo que estas piezas de la armadura espiritual representan para nosotros en la guerra espiritual? Debemos conocer la verdad, creerla y declararla. Debemos descansar en el hecho de que somos declarados justos por el sacrificio que Cristo hizo por nosotros. Debemos proclamar el Evangelio, sin importar cuánta resistencia recibamos.
No debemos vacilar en nuestra fe, confiando en las promesas de Dios no importa cuán fuertemente nos ataquen.
Nuestra máxima defensa es la seguridad que tenemos de nuestra salvación, una garantía que ninguna fuerza espiritual puede quitar. Nuestra arma ofensiva es la Palabra de Dios, no nuestras propias opiniones y sentimientos. Y debemos orar en el poder y la voluntad del Espíritu Santo.
Pastor Andres Corson
Como pastor de la Iglesia El Lugar de Su Presencia predica con mayor frecuencia. El contenido y la forma en que comparte los mensajes corresponde a la visión de la iglesia: brindar una predicación transparente, relevante y práctica. Las personas que pertenecen a la iglesia han conocido la vida del pastor Andrés Corson a través de sus predicaciones.
Él no tiene inconveniente en mostrar que es un hombre normal que cree en un Dios maravilloso. Las anécdotas acerca de su vida familiar, matrimonial, su relación con Dios y su niñez son frecuentes en sus mensajes. El pastor Andrés, se define a sí mismo como un hombre introvertido, sin embargo, desde el púlpito su voz es la voz de un líder que ha permitido que Dios transforme en fortalezas las debilidades de su temperamento.