Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra. Por tanto, id, y haced discÃpulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del EspÃritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquà yo estoy con vosotros todos los dÃas, hasta el fin del mundo. Amén.
Mateo 28: 18-20
