Jesús le dijo: Si puedes creer, al que cree todo le es posible. E inmediatamente el padre del muchacho clamó y dijo: Creo; ayuda mi incredulidad. Y cuando Jesús vio que la multitud se agolpaba, reprendió al espÃritu inmundo, diciéndole: EspÃritu mudo y sordo, yo te mando, sal de él, y no entres más en él. Entonces el espÃritu, clamando y sacudiéndole con violencia, salió; y él quedó como muerto, de modo que muchos decÃan: Está muerto. Pero Jesús, tomándole de la mano, le enderezó; y se levantó. Marcos 9:23-27.
