Primer mensaje de la serie: «Las Contaminaciones Del Cuerpo, Alma y Espiritu», compartido por el Apostol Mario Rivera, en Iglesia de Cristo Ebenezer Honduras.
Las Contaminaciones del Cuerpo, Alma y Espíritu – Un Llamado a la Santidad
Introducción
La enseñanza sobre la santidad y la pureza espiritual es fundamental en la vida cristiana. En su prédica «Las Contaminaciones del Cuerpo, Alma y Espíritu», el Apóstol Mario Rivera expone la importancia de vivir en santidad basándose en 2 Corintios 7:1:
«Así que, amados, puesto que tenemos tales promesas, limpiémonos de toda contaminación de carne y de espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.»
Este mensaje nos lleva a reflexionar sobre las impurezas que afectan nuestras vidas y cómo podemos mantenernos limpios ante Dios.
Por tanto, amados, teniendo estas promesas, limpiémonos de toda inmundicia de la carne y del espíritu, perfeccionando la santidad en el temor de Dios.
2 Corintios 7:1
Video:

¿Qué es la Contaminación Espiritual?
En la Biblia, la contaminación se refiere a toda impureza que afecta nuestra relación con Dios. No se trata solo de pecados evidentes, sino también de influencias sutiles que afectan nuestro cuerpo, alma y espíritu.
1. Contaminación del Cuerpo
El cuerpo es el templo del Espíritu Santo (1 Corintios 6:19-20) y debe ser cuidado y santificado. Entre las formas de contaminación del cuerpo, el Apóstol Rivera menciona:
- Inmoralidad sexual: Adulterio, fornicación y otros pecados que afectan la pureza del cuerpo.
- Hábitos dañinos: Consumo de sustancias que deterioran la salud.
- Acciones deshonrosas: Actos que deshonran el cuerpo y afectan nuestra identidad en Cristo.
2. Contaminación del Alma
El alma abarca nuestras emociones, pensamientos y voluntad. Su contaminación se manifiesta en:
- Pensamientos impuros: Ideas negativas, resentimiento y odio.
- Emociones descontroladas: Envidia, celos y falta de perdón.
- Falta de discernimiento: Engaños doctrinales o filosóficos que nos alejan de la verdad.
3. Contaminación del Espíritu
El espíritu es la parte de nuestro ser que se conecta con Dios. Su contaminación ocurre cuando permitimos:
- Relaciones con lo oculto: Prácticas de ocultismo, esoterismo y superstición.
- Falta de intimidad con Dios: La negligencia en la oración y el estudio de la Palabra.
- Apatía espiritual: Indiferencia hacia las cosas de Dios y falta de compromiso con su obra.
¿Cómo Purificarnos?
El Apóstol Mario Rivera enfatiza que la purificación es un proceso continuo que requiere compromiso y disciplina. Algunas claves para lograrlo son:
- Arrepentimiento genuino: Reconocer nuestras fallas y buscar la misericordia de Dios.
- Renovación de la mente: Meditar en la Palabra y rechazar pensamientos impuros.
- Santificación diaria: Buscar la dirección del Espíritu Santo y vivir conforme a la voluntad de Dios.
- Separación del mal: Evitar toda influencia que pueda alejarnos de la santidad.
Conclusión
La enseñanza del Apóstol Mario Rivera nos recuerda que la santidad es una meta alcanzable cuando nos sometemos al Señor. Dios nos llama a ser limpios en cuerpo, alma y espíritu, para reflejar su gloria y vivir en plenitud su propósito para nuestras vidas.