Bueno es dar gracias al SEÑOR, y cantar alabanzas a tu nombre, oh Altísimo;
anunciar por la mañana tu bondad, y tu fidelidad por las noches,
con el decacordio y con el arpa, con la música sonora de la lira.
Porque tú, oh SEÑOR, me has alegrado con tus obras, cantaré con gozo ante las obras de tus manos.
Salmo 92:1-4.