He aquí, yo estoy a la puerta y llamo; si alguno oye mi voz y abre la puerta, entraré a él, y cenaré con él y él conmigo.
‘Al vencedor, le concederé sentarse conmigo en mi trono, como yo también vencí y me senté con mi Padre en su trono.
‘El que tiene oído, oiga lo que el Espíritu dice a las iglesias.’
Apocalipsis 3:20-22.