No Quiero Llorar Más – Pastora Ana Olondo
A nadie le gusta sufrir y es por eso que cuando atravesamos pruebas difíciles solo vemos el dolor, la angustia o la opresión, pero Dios ve mucho más allá. Él está viendo cómo ese proceso te está formando y convirtiendo en esa obra perfecta que Él soñó. Quizás ahora no lo entiendes pero, ¿confías en tu Padre Celestial?
Sal 23:4 Aunque pase por el valle de sombra de muerte, no temeré mal alguno, porque tú estás conmigo; tu vara y tu cayado me infunden aliento.
Sal 23:5 Tú preparas mesa delante de mí en presencia de mis enemigos; has ungido mi cabeza con aceite; mi copa está rebosando.
Sal 23:6 Ciertamente el bien y la misericordia me seguirán todos los días de mi vida, y en la casa del SEÑOR moraré por largos días.
Stg 1:2 Tened por sumo gozo, hermanos míos, el que os halléis en diversas pruebas,
Stg 1:3 sabiendo que la prueba de vuestra fe produce paciencia,
Stg 1:4 y que la paciencia tenga su perfecto resultado, para que seáis perfectos y completos, sin que os falte nada.
Stg 1:12 Bienaventurado el hombre que persevera bajo la prueba, porque una vez que ha sido aprobado, recibirá la corona de la vida que el Señor ha prometido a los que le aman.
Flp 4:4 Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez lo diré: ¡Regocijaos!
Flp 4:5 Vuestra bondad sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca.
Flp 4:6 Por nada estéis afanosos; antes bien, en todo, mediante oración y súplica con acción de gracias, sean dadas a conocer vuestras peticiones delante de Dios.
Flp 4:7 Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestras mentes en Cristo Jesús.
Flp 4:8 Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo digno, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo honorable, si hay alguna virtud o algo que merece elogio, en esto meditad.
Flp 4:9 Lo que también habéis aprendido y recibido y oído y visto en mí, esto practicad, y el Dios de paz estará con vosotros.