Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las estrellas que tú has establecido,
digo: ¿Qué es el hombre para que de él te acuerdes, y el hijo del hombre para que lo cuides?
¡Sin embargo, lo has hecho un poco menor que los ángeles, y lo coronas de gloria y majestad!
Tú le haces señorear sobre las obras de tus manos; todo lo has puesto bajo sus pies:
Salmo 8:3-6.