Y dijo el rey a Aspenaz, jefe de sus eunucos, que trajese de los hijos de Israel, del linaje real de los prÃncipes, muchachos en quienes no hubiese tacha alguna, de buen parecer, enseñados en toda sabidurÃa, sabios en ciencia y de buen entendimiento, e idóneos para estar en el palacio del rey; y que les enseñase las letras y la lengua de los caldeos.Entre éstos estaban Daniel, AnanÃas, Misael y AzarÃas, de los hijos de Judá. Y Daniel propuso en su corazón no contaminarse con la porción de la comida del rey, ni con el vino que él bebÃa; pidió, por tanto, al jefe de los eunucos que no se le obligase a contaminarse. Y puso Dios a Daniel en gracia y en buena voluntad con el jefe de los eunucos… Y al cabo de los diez dÃas pareció el rostro de ellos mejor y más robusto que el de los otros muchachos que comÃan de la porción de la comida del rey. Daniel 1.
