Hermanos, yo mismo no pretendo haberlo ya alcanzado; pero una cosa hago: olvidando ciertamente lo que queda atrás, y extendiéndome a lo que está delante,
prosigo a la meta, al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús.
Asà que, todos los que somos perfectos, esto mismo sintamos; y si otra cosa sentÃs, esto también os lo revelará Dios.
Filipenses 3: 13-15