Yo os conjuro, oh hijas de Jerusalén, si encontráis a mi amado, ¿qué le habéis de decir? Que estoy enferma de amor. EL CORO: ¿Qué clase de amado es tu amado, oh la más hermosa de las mujeres? ¿Qué clase de amado es tu amado, que asà nos conjuras? LA ESPOSA: Mi amado es resplandeciente y rubio, distinguido entre diez mil. Su cabeza es como oro, oro puro, sus cabellos, como racimos de dátiles, negros como el cuervo. Cantares 5:8-11.
