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Dibujos Animados de la Biblia – Perdona Nuestras Deudas

El Poder del Perdón: Reflexiones sobre «Perdona Nuestras Deudas, Así como Nosotros Perdonamos»

En el corazón de la oración que Jesús enseñó a sus discípulos, conocida como el Padre Nuestro, encontramos una frase profundamente reveladora: «Perdona nuestras deudas, así como nosotros perdonamos a nuestros deudores» (Mateo 6:12). Estas palabras no solo nos recuerdan la necesidad de recibir el perdón de Dios, sino que también nos desafían a extender ese mismo perdón a quienes nos han ofendido. Este versículo es un llamado a vivir en la gracia y a reflejar el amor misericordioso de Dios en nuestras relaciones.

«Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros hemos perdonado a nuestros deudores.
«Y no nos metas en tentación, mas líbranos del mal. Porque tuyo es el reino y el poder y la gloria para siempre jamás. Amén.» Mateo 6:12-13. Jesus enseño en la Biblia, acerca del perdon, y de perdonar deudas, en estos dibujos animados para niños, aprenderas una lección del Señor.

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El perdón es un tema central en las enseñanzas de Jesús. Él nos muestra que el perdón no es opcional, sino una condición esencial para experimentar la plenitud de nuestra relación con Dios. En Mateo 6:14-15, Jesús enfatiza esta verdad: «Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará también a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas». Estas palabras pueden parecer duras, pero nos revelan una realidad espiritual profunda: el perdón que recibimos está intrínsecamente ligado al perdón que estamos dispuestos a dar.

Perdonar no es fácil. Las ofensas pueden dejar heridas profundas, y el resentimiento puede arraigarse en nuestro corazón. Sin embargo, el perdón no se trata de minimizar el dolor o justificar el mal, sino de liberarnos de la carga del rencor y abrirnos a la sanidad que solo Dios puede dar. Cuando perdonamos, seguimos el ejemplo de Cristo, quien, incluso en la cruz, oró por sus verdugos: «Padre, perdónalos, porque no saben lo que hacen» (Lucas 23:34).

Al pedir en el Padre Nuestro que Dios nos perdone «así como nosotros perdonamos», estamos reconociendo nuestra dependencia de Su gracia. Nadie es perfecto; todos hemos fallado y necesitamos el perdón de Dios. Pero también estamos asumiendo la responsabilidad de ser canales de esa misma gracia hacia los demás. El perdón no es un sentimiento, sino una decisión. Es un acto de obediencia y amor que refleja el carácter de Dios.

En un mundo marcado por divisiones y conflictos, el perdón es un testimonio poderoso del evangelio. Muestra al mundo que el amor de Dios es más fuerte que el odio y que Su gracia puede sanar incluso las heridas más profundas. Al perdonar, no solo nos alineamos con el corazón de Dios, sino que también experimentamos la libertad y la paz que solo Él puede dar.

Hoy, reflexionemos en nuestras vidas. ¿Hay alguien a quien necesitemos perdonar? Recordemos que el perdón no es un regalo que le damos al otro, sino un regalo que nos damos a nosotros mismos. Y al hacerlo, honramos a Aquel que nos perdonó primero. Como dice Colosenses 3:13: «Soportándoos unos a otros, y perdonándoos unos a otros si alguno tuviere queja contra otro. De la manera que Cristo os perdonó, así también hacedlo vosotros».

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