El brindis final – (versión extendida)
Tres regalos invaluables que alimentarán nuestro espíritu a través de la historia de las bodas de Caná.
Y al igual que en esa boda, levantamos nuestra copa con el mejor vino de la casa, para terminar el año con un brindis final por las bendiciones que hemos recibido y las que están por venir, los proyectos que están por germinar, por la familia, por la salud y por el amor que está por fructificar.

Jua 2:1 Al tercer día se celebró una boda en Caná de Galilea, y estaba allí la madre de Jesús;
Jua 2:2 y también Jesús fue invitado, con sus discípulos, a la boda.
Jua 2:3 Cuando se acabó el vino, la madre de Jesús le dijo*: No tienen vino.
Jua 2:4 Y Jesús le dijo*: Mujer, ¿qué nos va a ti y a mí en esto ? Todavía no ha llegado mi hora.
Jua 2:5 Su madre dijo* a los que servían: Haced todo lo que El os diga.
Jua 2:6 Y había allí seis tinajas de piedra, puestas para ser usadas en el rito de la purificación de los judíos; en cada una cabían dos o tres cántaros.
Jua 2:7 Jesús les dijo*: Llenad de agua las tinajas. Y las llenaron hasta el borde.
Jua 2:8 Entonces les dijo*: Sacad ahora un poco y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron.
Jua 2:9 Cuando el maestresala probó el agua convertida en vino, y como no sabía de dónde era (pero los que servían, que habían sacado el agua, lo sabían), el maestresala llamó* al novio,
Jua 2:10 y le dijo*: Todo hombre sirve primero el vino bueno, y cuando ya han tomado bastante, entonces el inferior; pero tú has guardado hasta ahora el vino bueno.
Jua 2:11 Este principio de sus señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria, y sus discípulos creyeron en El.