¡Oh Jehová, cuánto se han multiplicado mis adversarios! Muchos son los que se levantan contra mÃ. Muchos son los que dicen de mÃ: No hay para él salvación en Dios. Mas tú, Jehová, eres escudo alrededor de mÃ; Mi gloria, y el que levanta mi cabeza. Con mi voz clamé a Jehová, Y él me respondió desde su monte santo. Yo me acosté y dormÃ, Y desperté, porque Jehová me sustentaba. No temeré a diez millares de gente, Que pusieren sitio contra mÃ. Levántate, Jehová; sálvame, Dios mÃo; Porque tú heriste a todos mis enemigos en la mejilla; Los dientes de los perversos quebrantaste. La salvación es de Jehová; Sobre tu pueblo sea tu bendición. Salmo 3.
