Pastor Cash Luna – ¿Quién debe guiar la nave?
Dios es el capitán que guía nuestra nave. La barca que zarpó de Creta y conducía a Pablo en su trayecto a Roma se enfrentó a un viento contrario al que no podía vencer, por lo que sus tripulantes tuvieron que dejarse llevar. No tenían forma de recuperar el control y el viento los llevó adonde quiso. No tenían acceso a la luz del sol ni a las estrellas, elementos importantes para trazar un mapa de navegación.
Hechos 27:13-15 (DHH): Pensando que podrían seguir el viaje porque comenzaba a soplar un viento suave del sur, salieron y navegaron junto a la costa de Creta. Pero poco después un viento huracanado del nordeste azotó el barco, y comenzó a arrastrarlo. Como no podíamos mantener el barco de cara al viento, tuvimos que dejarnos llevar por él.
Es normal que pensemos que un viento contrario nos desviará de nuestra ruta, pero a la larga podríamos descubrir que ese viento más bien está a favor de los propósitos de Dios para nuestra vida. Pablo tenía un propósito que cumplir, sabía que el Señor no los iba a dejar solos en medio de la tormenta, pero era necesario que tuvieran confianza en Él y se animaran.[2] Aunque el viento sea contrario, el dueño de los vientos trazó una ruta para tu destino y para tu propósito.
Hechos 27:24-25 (DHH): Y me dijo: “No tengas miedo, Pablo, porque tienes que presentarte ante el emperador romano, y por tu causa Dios va a librar de la muerte a todos los que están contigo en el barco.” Por tanto, señores, anímense, porque tengo confianza en Dios y estoy seguro de que las cosas sucederán como el ángel me dijo.
Porque podrías navegar en el barco más seguro del mar y tener el viento a favor e ir parar adonde no está tu propósito ni tu destino; asimismo, hay vientos que podrían parecer contrarios para la nave pero que actúan a favor de tu propósito. Por eso no te dejes engañar por la apariencia de las cosas que suceden a tu alrededor. Muchas veces la salvación no será escapar en un bote salvavidas, sino permanecer en el barco donde Dios ha declarado tu bienestar a pesar de la tormenta. ¡Confía en el dueño de los vientos!
Hechos 27:30-32 (DHH): Pero los marineros pensaron en escapar del barco, así que comenzaron a bajar el bote salvavidas, haciendo como que iban a echar las anclas de la parte delantera del barco. Pero Pablo avisó al capitán y a sus soldados, diciendo: —Si éstos no se quedan en el barco, ustedes no podrán salvarse. Entonces los soldados cortaron las amarras del bote salvavidas y lo dejaron caer al agua.
Reúne a tu familia y declara que tu hogar no se va a hundir, diles a tus colaboradores que la empresa no se hundirá. Todos tenemos un propósito en los planes del Señor, pero no esperes que te lo revele todo y confórmate con saber que Él tiene planes de bien y no de mal. ¡Confía en su Palabra! Que Dios tenga planes es mucho más valioso que las palabras bonitas que pueda tener para ti.
Jeremías 29:11-12: Porque yo sé los pensamientos que tengo acerca de vosotros, dice Jehová, pensamientos de paz, y no de mal, para daros el fin que esperáis. Entonces me invocaréis, y vendréis y oraréis a mí, y yo os oiré.
Hay promesas para quienes lo aman.
Romanos 8:28: Y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados.
Ámalo y hasta los vientos contrarios estarán a tu favor. Las rutas que nuestro Padre traza para tu vida son seguras por peligrosas que parezcan a simple vista, así que confía y déjate guiar por Él.
Salmos 78:53: Los guió con seguridad, de modo que no tuvieran temor; y el mar cubrió a sus enemigos.
¡Recobra el ánimo porque no te abandonará! Pídele guía y te aseguro que no te fallará.
Deuteronomio 31:6: Esforzaos y cobrad ánimo; no temáis, ni tengáis miedo de ellos, porque Jehová tu Dios es el que va contigo; no te dejará, ni te desamparará.