Hijo mÃo, no te olvides de mi ley, Y tu corazón guarde mis mandamientos; Porque largura de dÃas y años de vida Y paz te aumentarán. Nunca se aparten de ti la misericordia y la verdad; Atalas a tu cuello, EscrÃbelas en la tabla de tu corazón; Y hallarás gracia y buena opinión Ante los ojos de Dios y de los hombres. Proverbios 3:1-4.
Entenderé el camino de la perfección Cuando vengas a mÃ. En la integridad de mi corazón andaré en medio de mi casa. Salmo 101:2
