Pide En Grande – Joel Osteen
introducción:
Cuando oramos y liberamos nuestra fe, cuando le pedimos a Dios que obre en nuestras vidas, nuestra petición abre la puerta para ver Su mano en ella. Sin embargo, debemos pedir.
Jabez hizo una oración audaz a Dios, a pesar de su crianza y su entorno, se atrevió a pedir: «Bendíceme y ensancha mi territorio…». 1 Crónicas 4:10 NVI
¿Estás haciendo oraciones audaces, o permites que tus circunstancias, tu crianza, lo imposible que parece la situación te impida pedir en grande?
¡Que el no pedir, no sea la causa que te impida recibir lo mejor de Dios en tu vida!
Deja que este mensaje «Pide en grande» te inspire a hacer peticiones audaces para que puedas vivir en la plenitud que Dios tiene para ti y a convertirte en todo lo que Dios te ha creado para ser.
Video:
Desarrollo:
En el Evangelio de Mateo, Jesús nos ofrece una poderosa promesa en el versículo bíblico donde dice: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá» (Mateo 7:7). Estas palabras nos revelan la disposición de Dios de escuchar nuestras peticiones y responder a ellas. En este artículo, exploraremos el significado y las implicaciones de esta promesa de Jesús, y cómo podemos aplicarla en nuestra vida diaria.
La confianza en la provisión divina:
Cuando Jesús nos insta a pedir, nos está animando a tener confianza en la provisión divina. Nos recuerda que Dios es nuestro Padre amoroso que desea cuidar de nosotros y suplir nuestras necesidades. Alentándonos a pedir, Jesús nos invita a confiar en que Dios escucha nuestras oraciones y está dispuesto a brindarnos lo que es bueno para nosotros en su perfecta voluntad.
La importancia de la búsqueda y la perseverancia:
Además de pedir, Jesús nos exhorta a buscar. Esta invitación nos enseña la importancia de tener un corazón activo y perseverante en nuestra relación con Dios. La búsqueda implica un esfuerzo personal por acercarnos a Él, conocerle más profundamente y descubrir Su voluntad. Nos anima a no quedarnos pasivos, sino a buscar con diligencia y dedicación.
La apertura a las respuestas divinas:
Jesús también nos insta a llamar, y nos asegura que se nos abrirá. Esta llamada nos invita a acercarnos a Dios con confianza y expectativa, sabiendo que Él está dispuesto a escuchar nuestras súplicas y a responder. Nos recuerda que Dios está siempre dispuesto a abrirnos las puertas de la gracia, la sabiduría, la dirección y las bendiciones que necesitamos en nuestra vida diaria.
La alineación con la voluntad divina:
Es importante destacar que esta promesa de Jesús está condicionada a la voluntad de Dios. Aunque nos anima a pedir, buscar y llamar, debemos recordar que nuestras oraciones deben estar alineadas con los propósitos divinos. Dios conoce lo que es mejor para nosotros y responderá según su sabiduría y amor. Nuestra confianza en Él debe incluir una rendición a su voluntad y una disposición a aceptar sus respuestas, incluso si no coinciden con nuestras expectativas.
La fe como fundamento de nuestras peticiones:
La promesa de Jesús también nos llama a ejercer fe en nuestras oraciones. La fe es el fundamento sobre el cual nos acercamos a Dios, creyendo que Él es capaz de responder y confiando en su amor y poder. Jesús nos enseña que una fe genuina y sincera es esencial para recibir las respuestas divinas que buscamos.
Conclusión:
El versículo bíblico donde Jesús dice: «Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá», es una promesa de esperanza y confianza en la respuesta de Dios a nuestras oraciones. Nos anima a acercarnos a Él con fe, perseverancia y humildad, confiando en que Él escucha y responde a nuestras necesidades. Al abrazar esta promesa, podemos experimentar una relación más profunda con Dios y ser testigos de su provisión, dirección y bendición en nuestra vida diaria. Que nos inspire a orar con fervor y expectativa, sabiendo que Dios es fiel y generoso en sus respuestas a aquellos que confían en Él.