Una petición temeraria – Dante Gebel
La mayoría de los cristianos hemos caído en el error de levantar un altar a la zarza y nos pasamos la vida celebrando en derredor de ella. Pero la zarza es sólo la unción que viene para comisionarnos, no para que vivamos celebrando estar ungidos. Moisés entendió esto; él pudo haberse quedado con la unción, adorando la zarza que ardió frente a él después de haber pasado 40 años olvidado en el patio trasero del desierto; sin embargo, no conformándose con el manto de la unción, clamó por ver la gloria de Dios. ¿Estarías tú dispuesto a hacer esa petición temeraria al Señor?