No olvides cómo llegaste al viñedo
Del mismo modo que los trabajadores en Mateo reclamaron un pago ‘justo’ al dueño de la viña, la mayoría de nosotros somos propensos a creernos con más derechos que los demás y vamos por la vida reclamando justicia y dando lecciones de superioridad moral.
Pero, no olvidemos que en algún momento nos van a medir del mismo modo que nosotros medimos a los demás.
Antes de juzgar y criticar, recordemos que muchas veces nosotros hemos llegado quebrantados al viñedo, sintiéndonos indignos de estar en Su presencia… y aun así hemos gozado de Su gracia sin merecerla, porque la gracia del Señor es incondicional y no depende de nuestros logros ni de las horas trabajadas.