Elige bien tus batallas
Debemos elegir bien las batallas que peleamos, porque muchas veces podemos estar peleando batallas que Dios quiere que no peliemos, o bien podemos estar peleando en contra de personas con las cuales no deberiamos de pelear.
Si vemos en la Biblia el ejemplo del Rey Saúl, encontraremos que el se puso a pelear en contra de David, quien no era su enemigo.
David tuvo en su mano el poder matar a Saúl, sin embargo no lo hizo, David siempre respeto la unción que un día estuvo sobre Saúl para no destronarlo o acabar con su vida.
En el nuevo testamento la Biblia dice que nuestra lucha no es contra sangre y carne, sino contra principados y potestades.
Muchas veces arremetemos contra las personas, cuando en realidad deberiamos tomar autoridad en lo espiritual para atar y reprender lo espiritual negativo que los maneja.